Balance ecológico

Impacto medioambiental

Otorgamos a los usuarios de nuestros cuatro sistemas de recuperación, el SISTEMA RIGK, RIGK G, PAMIRA y PICKUP, los certificados de protección del clima como reconocimiento de una protección activa del medioambiente y la aplicación del principio de responsabilidad del producto. La base de estos certificados es la forma del balance ecológico del sistema pertinente. Pero, ¿qué se esconde concretamente detrás de dicho término?

Medición detallada del impacto medioambiental

El balance ecológico es un método para evaluar y analizar el impacto medioambiental de determinados productos, procesos, servicios y modos de comportamiento. Se valoran todos los factores relevantes para el medioambiente que pueden aparecer durante la vida de un producto, desde el consumo de materia prima, pasando por la energía necesaria para su fabricación, hasta las posibles emisiones nocivas para el agua, el suelo y el aire, desde la extracción de materia prima, su aprovechamiento y eliminación. 

Se diferencia entre dos principios clave: la evaluación sobre los distintos medios considera todos los posibles efectos adversos relevantes para los medios afectados: suelo, aire y agua. En cambio, la evaluación a base de los flujos de producción considera todos los flujos de producción relacionados con el sistema analizado: desde la disponibilidad de materia prima y la inocuidad de su extracción y su transformación en residuo, pasando por la energía necesaria para su fabricación, la necesidad de medios de transportes y demás pasos.

Los resultados del balance ecológico se emplean para optimizar la sostenibilidad de la producción, pero también son decisivos para la valoración de productos, por ejemplo a la hora de otorgar distintivos ecológicos, o en caso de temas relacionados con el Decreto de envases. 

Normas relacionadas con el balance ecológico

Los principios y las normas para el cálculo de los balances ecológicos están establecidas, a nivel internacional, en los estándares ISO pertinentes y se han incorporado a las normas alemanas mediante las normas DIN EN ISO 14040 y DIN EN ISO 14044. Según las normas, todo balance ecológico debe incorporar los siguientes cuatro apartados: definición del objetivo y del marco de análisis, inventario del ciclo de vida, evaluación de impacto del ciclo de vida y evaluación. Los estándares ISO y la metodología se desarrollan y modifican constantemente en colaboración con el Instituto Federal del Medio Ambiente. 

Balance ecológico y análisis de los flujos de producción

El análisis de los flujos de producción es un método para registrar los flujos de producción y material relacionados con determinados productos, procedimientos o servicios y , a veces, incluso con áreas de primera necesidad como construcción y vivienda, movilidad o alimentación. A diferencia del balance ecológico, no disponemos de normas internacionales para realizar los análisis de los flujos de producción. Por consiguiente, coexisten diferentes metodologías que pueden variar enormemente entre sí en función del planteamiento, de los intereses de investigación y del sistema de análisis aplicado. 
¿Qué diferencia hay entre un balance ecológico y un análisis de los flujos de producción? A veces resulta difícil trazar los límites entre estos dos conceptos, ya que se aplican métodos muy similares. Para resumir, podemos decir que el análisis de los flujos de producción se centra más en la cantidad y las vías de los flujos de fabricación, materiales y energía de un sistema. Por otro lado, el balance ecológico incluye también el análisis y la evaluación de los impactos ambientales relacionados con dichos flujos.