Otorgamos a los usuarios del sistema RIGK del sector industrial, comercial y agrícola, los certificados de protección del clima como reconocimiento de una protección activa del medioambiente y la aplicación del principio de responsabilidad del producto. En dicho certificado se indica el ahorro de emisiones de CO2 alcanzado en un año y para su mejor ilustración, se calcula el número de árboles necesarios para la absorción anual de dicha cantidad del gas de efecto invernadero.
Para poder calcular los valores individuales para cada uno de nuestros clientes, la empresa RIGK desarrolló al alimón con el Instituto Fraunhofer de Tecnología Ambiental, de Seguridad y Energía (UMSICHT), para cada uno de los cuatro sistemas de recuperación, el SISTEMA RIGK, RIGK G, PAMIRA y PICKUP, un balance de CO2 basado en los requisitos incluidos en las normas ISO 14040 y 14044.
El sistema de referencia para realizar los cálculos reflejados en nuestros certificados de protección del clima son las cantidades realmente recicladas. El balance se calcula siempre con vuelta en el ciclo de reciclaje: el lado negativo del balance de los flujos de producción incluye las emisiones de CO2 generadas durante la recogida, el transporte y el reciclaje de materia prima, o la valorización energética de los residuos de plástico. A diferencia de esto, se encuentran las bonificaciones del material generadas por el ahorro del granulado primario, o por la energía generada mediante la valorización energética.
El balance ecológico global de RIGK para el año 2023 refleja, por ejemplo, en todos los sistemas implicados, un ahorro de emisiones de CO2 de 46.911 t CO2. La reducción total corresponde a las emisiones de gases de efecto invernadero que están matemáticamente limitadas por más de 3 millones de árboles cada año en Europa.