RIGK gestiona sistemas de devolución de envases y plásticos para su posterior reciclaje, contribuyendo así, en diversos niveles, de forma activa a la protección del medioambiente y fomentando la sostenibilidad.
Mediante el reciclaje de materia prima podemos recuperar los valiosos recursos que se esconden en los plásticos usados. Estos se pueden incorporar al ciclo de reciclaje para servir como base para la producción de nuevos productos. La mayor ventaja: se precisan menos de los cada vez más escasos recursos naturales y se evita la creación de desechos inutilizables.
Gracias a la incorporación de las materias primas recicladas al ciclo de reciclaje, se consume menos energía y se libera menos CO2 que con los procesos habituales de fabricación. De esta forma se puede reducir drásticamente la liberación de gases de efecto invernadero que seguirán fomentando el calentamiento global. En este contexto, otorgamos a los usuarios de nuestros sistemas de recuperación SISTEMA RIGK, SISTEMA RIGK-G, RIGK-PICKUP y PAMIRA nuestros certificados de protección del clima, que muestran el ahorro individual de emisiones de CO2 alcanzado anualmente.
Por lo general, los envases de contenido peligroso crean problemas al final de su vida útil, debido a que los productos contaminantes incluidos son potencialmente peligrosos para el medioambiente. Con los sistemas de recuperación especiales de RIGK se garantiza que estos plásticos se puedan recuperar de forma fiable y de acuerdo con la legislación vigente. En aras de la seguridad, todos los envases recuperados por el SISTEMA RIGK-G pasan a la valorización energética. La energía contenida en los plásticos se emplea para generar electricidad, vapor y calefacción urbana de forma que se requieran menos materias primas originales para la generación de energía. Además, el reciclaje se realiza exclusivamente en Alemania.